JESÚS MAZARIEGOS
PATRICIA AZCÁRATE ROMPE.
Crítica de arte. El Norte de Castilla. Segovia. 2008.
La exposición itinerante de Patricia Azcarate que, dentro del programa Constelación Arte' ha recorrido Castilla y León con el patrocinio de la Junta , ha tenido uno de sus mas espectaculares escenarios en el Monasterio de Nuestra Señora de Prado, sede de la Consejería de Cultura. Desgraciadamente, parece que el espacio de San Juan de los Caballeros, que tan adecuadamente ha venido recibiendo este tipo de exposiciones, ha dejado de hacerlo. Es una pena porque el lugar es especialmente propicio para las exposiciones con instalación, tal como ha ocurrido en el templo del monasterio vallisoletano y en su luminoso vestíbulo.
Escenarios aparte, Patricia Azcarate hace un tiempo que se ha impuesto a si misma una disciplina de radical renovación, cambiando no solo las formas y los vehículos de su pintura, sino los medios expresivos, haciendo saltar cualquier coraza, cualquier rutina, no dejando lugar a la costumbre ni a la convención.
Patricia Azcaráte ha roto con todo, dejando únicamente los hilos imprescindibles para saber quien es y no olvidar lo aprendido. Su renovación plástica ha ido suscitando nuevas necesidades de expresión y para responder a ellas ha buscado una y otra vez los medios, los materiales, los objetos, capaces de expresar y transmitir sus sentimientos, capaces de hacer sentir a los demás algo parecido a lo que ella siente.
En esa búsqueda de nuevas medios expresivos, ha utilizado el soporte de la plomada, del cable vertical para que de el pen da una gran burbuja de vidrio, no siendo esta la única utilización del cristal. La pintora ha salido al campo y ha rescatado los esqueletos metálicos de sillo nes y camas, lechos que no hace tanto sintieron el calor de los enemas en su descanso o el sofoco co de la fiebre, que sostuvieron la quietud horizontal del sueno o aguantaron gustosos el tra queteo de la pasión amorosa, que escucharon los susurros de los amantes o las quejas del moribundo. Patricia Azcarate se emociona ante estos restos que ni siquiera son arqueológicos, máss bien desechos de muebles prematuramente obsoletos y abandonados
Pero el material vivo, ligero, frágil, maleable, multiforme, poroso y absorbente al que Patricia se ha rendido para después tratarle con verdadero amor y respeto, es la esponja natural. Esponjas sacadas del fondo del Mediterráneo por los temerarios pescadores griegos de Kalimnos, teñidas de color y que, sin dejar de ser esponja y sin tomar ninguna otra forma premeditada, pueden dejar caer una lágrima o latir como un corazón recién ena morado.
Otros materiales como las ramas, las fibras vegetales, o las telas encoladas, sacuden la sensibilidad del espectador predis puesto y ante e1 surgen jardines, niños saltadores, gigantescas crisálidas o árboles tristes, sin que ninguna de estas cosas figure en el catalogo de la exposición.
Un espectador predispuesto fue el bailarín Ion Garnika, que eje cutó una bellísima e infinita dan a en torno a cada pieza, de cuyas imágenes en movimiento quedará valiosa memoria grabada.
Sin duda alguna, Patricia Azcárate es una gran artista, una grandísima y original artista, y esta en un magnifico momento.