ELENA VOZMEDIANO

MAY MORÉ. General Pardiñas, 50. Madrid.

EL CULTURAL. 20/03/2003

Es sintomático de las tendencias que corren que algunos de los má's asentados pintores abstractos agrupados en aquella exposicion de referenda de 1996, Líricos del fin de sigla, estén introduciendo en sus últimos trabajos, casi siempre para bien, elementos figurativos que acercan sus obras a realidades de uno u otro signo. Es el caso de Javier Riera, de Jose Manuel Ciria, o de Patricia Azcárate. En todos ellos esa transicion se ha hecho con coherencia, manteniendo rasgos definitorios de sus respectivos estilos, sin rupturas radicales con sus anteriores trayectorias. En estas obras de Patricia Azcarate (Madrid, 19591 perviven la fluidez de la materia pictorica, la espontaneidad del gesto, de la línea flotante, la transparencia, la evocacion del paisaje... Pero todo ello se ha concretado en formas vegetates mas o menos vagas: flores deshechas, canas y hojas de bambú o lianas, que se hacen presentes en sus cuadros segtin una concepcion espacial que remite a la pintura decorativa oriental.
Estas pinturas constituirían perfectos motivos para la estampación de elegantes kimonos. En la fascinante exposición que estos dias puede verse en el Centro Cultural Conde Duque, Budismo. Mil años de estampa japoneca, se exponen algunos antiguos libros que recogen diseños ornamentales, sobre todo con flores y pájaros, especialmente adecuados para papeles y kimonos: las composiciones de Patricia Azcárate podrian haber lido extraidas de estos catálogos. Responden a una concepción esencializada del paisaje en la que este se percibe como algo ligero y amable. Y no se trata tanto de una pintura que representa el paisaje como de "unas configuraciones plasmas que se transforman en paisaje". Si se deseara, se podría reprochar a estas obras su facilidad, su escaso calado o su falta de ambición, pero lo cierto es que también podrían justificarse eon buenos argumentos en virtud de su innegable belleza y de la dignidad con la que encaran su también indisputable vocación decorativa